viernes, 5 de junio de 2020




Las Emociones

Las emociones son el combustible del proceso evolutivo. Son las que han provocado que el hombre afrontara los cambios para ir pasando las diferentes etapas que conforman nuestra historia.
Las emociones han estado presentes desde el principio de nuestros días como Homo Sapiens.
Recorriendo la historia desde Platón a Descartes, pasando por Kant hasta llegar a nuestros días, la racionalidad y la lógica ha sido la marca del pensamiento occidental, dejando relegadas a las emociones.
Aun hoy tenemos que aclarar mitos en lo que respecta a las emociones y es el que no son ni buenas ni malas. Todas las emociones tiene:
-Una funcion adoptativa.
-Nos motivan a desplegar acciones en pos de nuestra supervivencia y niestro bienestar.
-Nos alertan sobre lo que esta ocurriendo.
Influyen en nuestras relaciones con otras personas.
Algunas emociones tiene mala fama por ejemplo la tristesa, enojo etc.. Esto tiene no solo que ver con que las sensaciones que experimentamos se pueden persibir como desagradables, sino tiene que ver tambien con una cuestión cultural (vivimos en una cultura de sonríe y se feliz, todo el tiempo, tambien conocido como positividad toxica).
Esto desvia el foco de lo que las emociones son en realidad: naturales, sanas, necesarias. Aunque sean también incomodas y muchas veces queramos sacarlas de encima.
Las formas en que experimentamos una emoción en particular pueden ser distinta de una persona a otra.


Podemos decir que estás nos hacen más inteligentes, nos hacen más sabios. Nos dan una información que es importante para nuestra adaptación al entorno en el que vivimos. No es una cuestión de volvernos solamente emocionales, sino de integrar la cabeza con el corazón. Lo que nos permitirá dirigir racionalmente nuestras acciones nacidas de la emoción. De esta forma podemos relacionarnos de modos emocionalmente más inteligentes o inteligentemente más emocionales, primero con nosotros mismos y luego con nuestro entorno.
Cuando repasamos los grandes personajes históricos, descubrimos sus cualidades como líderes pero tambien cómo fueron capaces de desarrollar las principales competencias que conforman la inteligencia emocional. Hoy en día, buscamos que todas esas cualidades que aparecen en los grandes líderes de la historia se puedan trasladar al ámbito de la empresa o el personal, tomando como ejemplo para el creciniento y el bienestar.



Nuestras emociones conforman nuestro carácter, nuestra forma de ser y cómo nos perciben los demás.
No existe ni un solo momento en nuestro día a día en el que estemos libres de emociones, aunque no sepamos identificarlas. Todo lo que aprendemos en nuestra vida está en parte determinado por nuestro estado emocional de base y lo que se origina.
No hay relación directa entre lo que entendemos por inteligencia académica y la inteligencia emocional. Una persona puede ser sumamente inteligente y haber destacado en la escuela pero, sin embargo, no destacar en su vida.
Debemos de saber que la empatía es uno de los grandes pilares de la inteligencia emocional. Sentir como se sienten los demás y saber manejarlo es tan importante como el propio autoconocimiento.
Las emociones son potentes armas de fuego que podemos utilizar a nuestro favor o contra nosotros.
Lo cierto es que el corazón nos dice lo que es preciso hacer, pero la razón nos avisa de lo que debemos evitar y nos ayuda a comprendernos. Que corazón y razón congenien es nuestra mayor aspiración comos seres emocionalmente inteligentes.
Sentir nos ayuda a ponernos en marcha mientras elaboramos cómo es mejor hacerlo. De ahí que conocernos profundamente en ambos aspectos favorece que seamos más eficaces a la hora de tomar decisiones y de dirigir nuestra vida.
Hay emociones sanas y emociones insanas como ya dije anteriormente (no malas o buenas), emociones que nos capacitan y emociones que nos incapacitan. Debemos de dar la bienvenida a la alegría, la tristeza, la sorpresa o el enfado mientras que debemos evitar la ira, la venganza, o el odio, pero si llegan le preguntamos que nos quieren enseñar.
Si queremos ser emocionalmente inteligentes, nuestro corazón no da cabida a la opción de permitir que otros se sientan mal, en la medida de lo posible tenemos que intentar evitar todo el sufrimiento del que seamos conscientes.


@francopernacoach



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