martes, 23 de junio de 2020


Parménides y Heráclito

Parménides de Elea, fundador y padre de una escuela de discípulos: los eleatas, y Heráclito de Efeso, el solitario, el oscuro, familia y discípulo de sí mismo, que, sin embargo era un dechado de hospitalidad, a cualquier extraño visitante. De él parte la idea que el “Ser y Pensar son la misma cosa”.
Heráclito y Parménides parecen estar en lados opuestos: uno afirma el devenir y el cambio, el otro lo niega. Sus diferencias se muestran en la siguiente tabla:

➡Heraclito

Heráclito ya nos hablaba que el devenir es constante y el camino hacia la verdad no es única,  y que la esencia del mundo no es posible captarla.
El hecho que como seres  humanos estemos limitados de conocer la realidad, y estemos sujetos a los cinco sentidos que tenemos,  nos lleva a comprender que el conocimiento es ilimitado y formamos parte de una realidad que solo se encuentra en nuestra mente, y esta depende de los conocimientos que tengamos,  los cuales también están  limitados y dependen de la experiencia que tengamos acumulada.
Este pensamiento es poderoso, ya que viéndolo desde esta perspectiva nos lleva a definir a un ser humano pequeño ante el universo, y  es retador al tener todo un Universo aún por descubrir.
Mis certezas, siempre estarán en dudas, ya que el conocimiento es ilimitado, y siempre habrá otro camino. Esto abre una puerta que nos conduce hacia un espacio ilimitado y no debemos de tenerle miedo, ya que al entender esto, saldremos desde nuestra posición de confort y marcharemos hacia una zona de aprendizaje.
Cada uno de los seres tienen sus propios aprendizajes y por lo tanto verán las cosas de manera diferente a como lo veo .Comprender lo dicho es potente,  ya que esto nos lleva a comprender que cada ser tienen sus propias experiencias,  y cada uno de ellos entregará lo que tiene, por lo cual no debemos de molestarnos , sino ver en ellos enseñanzas o oportunidades de enseñar.
Para Heráclito: “Lo que hay en nosotros es siempre uno y lo mismo: vida y muerte, vigilia y sueño, juventud y vejez, ya que el cambio del uno da lugar al otro y recíprocamente”“Nos bañamos y no nos bañamos en el mismo río: somos y no somos. No se puede entrar dos veces en el mismo río”.
Heráclito emplea en lugar de la palabra Dios la palabra Logos, que es lo que abarca todo el mundo y se muestra en la naturaleza llena de contradicciones; es el símbolo de la unidad de los contrarios y del cambio, alma del universo. El arjé para Heráclito sería el fuego. Pero él no pensaba como los jonios, no creía en una cosmogonía como Anaximandro, ni que hubiera una sustancia primera que diera origen a las demás. El mundo siempre fue como es ahora, y el fuego simboliza sus principales características: el cambio y el enfrentamiento. El fuego es uno y cambiante a la vez, y se mantiene por la muerte de otras sustancias. Debajo del cambio y de la lucha hay un orden, una armonía: el logos. El logos es como una inteligencia cósmica, un fuego racional, es algo físico que muestra lo difícil que resultaba explicar las cosas sin rebasar la noción de lo material.
Todo está en permanente cambio (panta rey). Hasta entonces los filósofos habían buscado la permanencia y la estabilidad. No hay, decía Heráclito, ni nadie puede desearlo, un mundo estancado. Todo lo que vive, vive por la destrucción de otras cosas. El fuego vive por la muerte del aire, y el aire por la del fuego; el agua vive por la muerte de la tierra, y la tierra por la del agua.
El cambio es oposición de contrarios. La ley oculta de la naturaleza es que todas las cosas viven en pugna, la cual es, por lo tanto esencia para la vida y por consiguiente buena. Afirmaba en un sentido metafórico que la guerra es el padre y el rey de todas las cosas. Pero estos contrarios se necesitan: la realidad es unidad de contrarios. A pesar del cambio y de la contradicción, existe simultáneamente una armonía. Heráclito puede ser considerado el padre del pensamiento dialéctico, y su concepción podría resumirse en la coexistencia necesaria del conflicto y la armonía, de la unidad y la pluralidad, de la estabilidad y el cambio.


➡Parmenides

Por su parte Parménides escribió el llamado “Poema de Parménides”. Éste propone dos vías para alcanzar el conocimiento: la vía de la Verdad, transitada por la razón, y la vía de la Opinión o de la apariencia, que es la propia de los sentidos. El conocimiento verdadero sólo se puede alcanzar mediante la razón, siendo los sentidos una fuente de conocimientos aparentes y engañosos. Seguramente es el primer filósofo que propuso la regla básica del pensamiento lógico, llamado principio lógico de identidad y de no contradicción. Este consiste en afirmar que no podemos pensar que una cosa es algo y al mismo tiempo es lo contrario. Si pensamos de esta forma caemos en una contradicción lógica. Pero Parménides no se refería exclusivamente al orden del pensamiento lógico cuando decía que el Ser es, y el no Ser no es (el Ser no puede ser y a la vez no ser); éste era también el atributo fundamental del ser en general. Fiel a aquella distinción, realizada en su poema, entre la vía de la verdad (la razón) y la vía del error (los sentidos), sólo existirá realmente aquello que se somete a las reglas del pensamiento lógico, lo demás será puro engaño sensorial. Esto le llevará a afirmar los siguientes atributos del Ser.
Atributos del Ser:
Eterno: el Ser debe ser eterno, porque si no lo fuera tendría un comienzo, y antes de este comienzo existiría el no ser, y decir que existe (es) el no ser es una contradicción. Parménides concebía al ser como eterno y de forma esférica.
Continuo: el Ser debe ser absolutamente continuo o compacto, porque lo contrario sería admitir la existencia de espacios vacíos, es decir de algo que no es.
Único: si el Ser fuera plural cada cosa es diferente porque precisamente no es lo que son las demás cosas. Nuevamente nos veríamos obligados a admitir el no ser. Para Parménides la variedad de este mundo cambiante debe ser una ilusión de los sentidos, no algo que realmente exista.
Inmóvil. Este es un atributo del Ser que se desprende de los dos atributos anteriores, la continuidad y la unicidad. Para que haya movimiento debe haber espacios vacíos, y esto desde el punto de vista lógico no es posible.
La afirmación de estos atributos del Ser como propiedades de lo que realmente existe, visto desde hoy, contraviene al sentido común. Sin embargo, es necesario, para comprender el sentido y la importancia de la filosofía de Parménides que hagamos un esfuerzo por comprender las limitaciones del pensamiento de su época en general.
Si algo debemos reconocerle a Parménides es que inició a los griegos en la senda del pensamiento abstracto, hizo trabajar a la mente sin referencia a los hechos externos.. Separó el conocimiento racional (vía de la verdad) del conocimiento sensible (pseudo conocimiento, mera opinión). Es cierto que condujo a la filosofía griega a un cierto callejón sin salida ya que no explicaba ni la pluralidad ni el movimiento.



✅Parmenides y Heráclito tenian en cierta medida ideas contrarias. La razón de Parmenides le decía que nada puede cambiar. Pero los sentidos de Heráclito le decían con la misma convicción, que en la naturaleza suceden constantes cambios. Dos ideas contradictorias que dejaron a la Filosofía con un problema difícil de resolver. 

@francopernacoach

-Fernando Asensio. A Parte Rei 57.Heráclito y Parménides: maestros de Sabiduría. Mayo/2008.


domingo, 14 de junio de 2020


Cuenta la anécdota, que una madre llevó a su hijo de seis años a casa de Mahatma Gandhi.

Ella le suplicó: – Se lo ruego, Mahatma, dígale a mi hijo que no coma más azúcar.
– Ella temía que pudiera enfermar si no ponía remedio pronto a su adicción. – A mí ya no me hace caso y sufro por él.

Gandhi reflexionó y dijo: – Lo siento señora.
– Ahora no puedo hacerlo.
– Traiga a su hijo dentro de quince días.

Sorprendida y un poco decepcionada la mujer le dio las gracias y le prometió que haría lo que le había pedido. Quince días después, volvió con su hijo. Ghandi miró al muchacho a los ojos y con seguridad pero benevolencia a la vez y le dijo: – Chico, deje de comer azúcar.

Agradecida, pero extrañada, la madre preguntó: – ¿Por qué me pidió que lo trajera dos semanas después?
– Podía haberle dicho lo mismo la primera vez que vino.

Gandhi respondió: – Hace quince días, yo comía azúcar.

Te invito a que dediques unos minutos a reflexionar sobre está historia que nos deja Gandhi y te propongas tomar acción si hay algo que quieres que los demás hagan y de lo cual no estás dando ejemplo.
El primer paso es ser honestos con nosotros mismos y preguntarnos si lo que estamos pidiendo a nuestros socios, clientes, empleados, amigos, familiares, etc. lo estamos haciendo nosotros mismos. .

@francopernacoach

Platón nos cuenta la famosa alegoría de la caverna, la historia de unos hombres que vivían recluidos dentro de una caverna, sin poder moverse y condenados a mirar siempre las paredes. Detrás de ellos hay un muro alto, y por detrás caminan unos seres que levantan diversas figuras por encima del borde del muro. Detrás de estas figuras arde una hoguera por lo que se dibujan sombras flameantes contra la pared de la caverna. Lo único que pueden ver estos hombres es, por tanto, ese “teatro de sombras”.
Han estado sentados en la misma postura mirando la pared desde que nacieron, y por ello creen, que las sombras son lo único existente.
Imagínense ahora, que uno de los habitantes de las cavernas empezara a preguntarse de donde vienen esas sombras y consiguiera soltarse y consiguiera ver a las figuras que hay detrás del muro. Evidentemente al inicio se cegaría por la luz del fuego también le cegarían las figuras nítidas, ya que, hasta ese momento solo habían visto las sombras de las mismas. Sí consiguiera atravesar el muro y el fuego, venciendo sus miedos, y logrará salir hacía la naturaleza, fuera de la caverna, la luz lo cegaría aún más. Pero luego que su ojos se adaptarán se daría cuenta de la belleza de la naturaleza. Por primera vez vería colores y siluetas nítidas, Vería animales y flores de las cuales las siluetas de la cavernas solo eran copias malas.
Platon con está alegoría nos ilustra sobre las falsas proyecciones que tenemos como seres humanos. Un ejemplo común de esté tema es la falsa identificación con nuestra identidad misma, la confusión entre la imagen que construimos de nosotros mismos y nuestro yo real.
Se puede decir que tambien apunta a las claves de un procesó de coaching, donde se asume el compromiso de acompañar a salir fuera de la caverna, la zona de confort, para que este pueda ver lo que le impedían las ataduras un cambio de observador, logrando el trabajo para que cada uno vaya más allá de las limitaciones que se impone y realice así todo su potencial.

#francopernacoach

viernes, 5 de junio de 2020




Las Emociones

Las emociones son el combustible del proceso evolutivo. Son las que han provocado que el hombre afrontara los cambios para ir pasando las diferentes etapas que conforman nuestra historia.
Las emociones han estado presentes desde el principio de nuestros días como Homo Sapiens.
Recorriendo la historia desde Platón a Descartes, pasando por Kant hasta llegar a nuestros días, la racionalidad y la lógica ha sido la marca del pensamiento occidental, dejando relegadas a las emociones.
Aun hoy tenemos que aclarar mitos en lo que respecta a las emociones y es el que no son ni buenas ni malas. Todas las emociones tiene:
-Una funcion adoptativa.
-Nos motivan a desplegar acciones en pos de nuestra supervivencia y niestro bienestar.
-Nos alertan sobre lo que esta ocurriendo.
Influyen en nuestras relaciones con otras personas.
Algunas emociones tiene mala fama por ejemplo la tristesa, enojo etc.. Esto tiene no solo que ver con que las sensaciones que experimentamos se pueden persibir como desagradables, sino tiene que ver tambien con una cuestión cultural (vivimos en una cultura de sonríe y se feliz, todo el tiempo, tambien conocido como positividad toxica).
Esto desvia el foco de lo que las emociones son en realidad: naturales, sanas, necesarias. Aunque sean también incomodas y muchas veces queramos sacarlas de encima.
Las formas en que experimentamos una emoción en particular pueden ser distinta de una persona a otra.


Podemos decir que estás nos hacen más inteligentes, nos hacen más sabios. Nos dan una información que es importante para nuestra adaptación al entorno en el que vivimos. No es una cuestión de volvernos solamente emocionales, sino de integrar la cabeza con el corazón. Lo que nos permitirá dirigir racionalmente nuestras acciones nacidas de la emoción. De esta forma podemos relacionarnos de modos emocionalmente más inteligentes o inteligentemente más emocionales, primero con nosotros mismos y luego con nuestro entorno.
Cuando repasamos los grandes personajes históricos, descubrimos sus cualidades como líderes pero tambien cómo fueron capaces de desarrollar las principales competencias que conforman la inteligencia emocional. Hoy en día, buscamos que todas esas cualidades que aparecen en los grandes líderes de la historia se puedan trasladar al ámbito de la empresa o el personal, tomando como ejemplo para el creciniento y el bienestar.



Nuestras emociones conforman nuestro carácter, nuestra forma de ser y cómo nos perciben los demás.
No existe ni un solo momento en nuestro día a día en el que estemos libres de emociones, aunque no sepamos identificarlas. Todo lo que aprendemos en nuestra vida está en parte determinado por nuestro estado emocional de base y lo que se origina.
No hay relación directa entre lo que entendemos por inteligencia académica y la inteligencia emocional. Una persona puede ser sumamente inteligente y haber destacado en la escuela pero, sin embargo, no destacar en su vida.
Debemos de saber que la empatía es uno de los grandes pilares de la inteligencia emocional. Sentir como se sienten los demás y saber manejarlo es tan importante como el propio autoconocimiento.
Las emociones son potentes armas de fuego que podemos utilizar a nuestro favor o contra nosotros.
Lo cierto es que el corazón nos dice lo que es preciso hacer, pero la razón nos avisa de lo que debemos evitar y nos ayuda a comprendernos. Que corazón y razón congenien es nuestra mayor aspiración comos seres emocionalmente inteligentes.
Sentir nos ayuda a ponernos en marcha mientras elaboramos cómo es mejor hacerlo. De ahí que conocernos profundamente en ambos aspectos favorece que seamos más eficaces a la hora de tomar decisiones y de dirigir nuestra vida.
Hay emociones sanas y emociones insanas como ya dije anteriormente (no malas o buenas), emociones que nos capacitan y emociones que nos incapacitan. Debemos de dar la bienvenida a la alegría, la tristeza, la sorpresa o el enfado mientras que debemos evitar la ira, la venganza, o el odio, pero si llegan le preguntamos que nos quieren enseñar.
Si queremos ser emocionalmente inteligentes, nuestro corazón no da cabida a la opción de permitir que otros se sientan mal, en la medida de lo posible tenemos que intentar evitar todo el sufrimiento del que seamos conscientes.


@francopernacoach



lunes, 1 de junio de 2020


La Mayéutica

Es el método aplicado por Sócrates a través del cual el maestro hace que el alumno, por medio de preguntas, descubra conocimientos.

La palabra mayéutica –del griego maieutiké- designaba, en origen, el arte de las comadronas de dar a la luz (técnica de asistir en los partos)

Sócrates, interrogando a sus interlocutores “da a luz” ideas que, afirma, no proceden de él, sino que residían en la mente de aquellos, pese a que ellos mismos desconocen su existencia. Es el arte de “alumbrar” a los espíritus por el cual se logra que los interlocutores descubran su verdad a partir de ellos mismos.

El dialogo no busca otra cosa que ayudar a conocernos mejor, a comprender mejor ¨quienes somos y que queremos ser ¨, y luego adquirir las habilidades necesarias para llegar a serlo. Es una reivindicación del autoconocimiento como camino de construcción de identidad.

Para Sócrates el dialogo cumple unas funciones, entre las que sobresale al de hacer ver a la persona, que utiliza la mayestática, que no lo sabe todo e invitarle a iniciar un camino de búsqueda para alcanzar nuevas posibilidades.

Como el mismo dice en ésta fuente ↪"Los que tienen trato conmigo, aunque parecen algunos mas ignorantes al principio, en cuanto avanza nuestra la relación todos hacen admirables progresos. Y es evidente que no aprenden  nada de mi, pues son ellos mismos y por si mismos los que descubren y encuentran muchos bellos pensamientos"..(Teeto -150d)

Un proceso similar ocurre en el coaching que toma este método como cimiento y así por medio del dialogo se ofrece la ayuda necesaria para llegar a un mayor entrenamiento, necesario para el desarrollo personal y profesional. Las preguntas y respuestas que llevan este itinerario no buscan otra cosa, que la mejor forma de vivir la vida, la mas digna, la de mayor calidad y bienestar.

@francopernacoach

viernes, 29 de mayo de 2020


El aforismo griego "Conócete a ti mismo" 

El aforismo ha sido atribuido a varios sabios griegos antiguos: Heraclito, Quilón de Esparta, Tales de Mileto, Sócrates, Pitágoras, Solón de Atenas.
En latín, el aforismo se presenta como nosce te ipsum, Conócete a ti mismo. Estas eran las palabras que aparecían inscritas casi a modo de advertencia en el pronaos del templo de Apolo en Delfos. Fue Platón quien dio mayor difusión a esta frase de alto valor ético y reflexivo a través de sus diálogos, recordándonos la importancia de mirar hacia dentro antes de tomar cualquier decisión, antes de dar cualquier paso.
Han pasado los siglos y gran parte de las personas siguen inhabilitadas en esa materia básica que es el autoconocimiento. Somos esa sociedad que sigue actuando sin reflexionar, que se toma el rol de victima, al fallar, aparecen las excusas. Siempre es más fácil responsabilizar a otros de los errores propios y recurrir al factor situacional: ‘es que las cosas son muy difíciles, es que con esta crisis ya no queda ninguna salida’.
El autoconocimiento, es la esencia de la madurez humana. Es nuestra mayor responsabilidad, la tarea a la que deberíamos dedicar tiempo, intuición y esfuerzo. Es más, no hace falta un viaje a la India ni hacer el Camino de Santiago para poner más luz en nuestro interior. Las personas nos vamos revelando en el día a día; el autoconocimiento es una tarea cotidiana.
Como bien decía Thomas Hobbes, quien mire en su interior y considere aquello que hace cuando piensa, opina, razona, y sobre qué bases, leerá y conocerá los pensamientos y las pasiones de todos los hombres en ocasiones similares’. Es decir, saber quién somos no solo nos ayudará conocernos a nosotros mismos, es una competencia que nos abre la puerta para el conocimiento de los demás.
Conócete a ti mismo del templo, se decía que era el mensaje de los dioses, no es un simple consejo, ni una recomendación ni una sugerencia, eran casi una exhortación y hasta una advertencia que iba más allá del mero valor ético o religioso.
Ahora bien, en la sala donde se hallaban  los oráculos, podía leerse a su vez la siguiente inscripción:
..Te advierto, quienquiera que fueres tú, que deseas sondear los arcanos de la naturaleza, que si no hallas dentro de ti mismo aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera. Si tú ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿cómo pretendes encontrar otras excelencias? En ti se halla oculto el Tesoro de los Tesoros. Hombre, conócete a ti mismo y conocerás el universo y a los dioses..
Las obras registradas de Esquilo, Cicerón, Plinio, Platón, Pausanias, Plutarco dan veracidad a este escenario del que en la actualidad, solo nos quedan unas ruinas evocadoras al pie de unas montañas.
Aquel que deseara que el Oráculo de Delfos le hablara debía ahondar primero en sí mismo.
Desde el conocimiento de lo propio nacen las preguntas más acertadas.
Ninguna pregunta tendrá sentido si primero no respondemos la más importante: ¿quién soy yo?
La árdua tarea de conocerse a uno mismo, la mayoría tenemos claro que pocos mensajes son más importantes que el que nos dejó el templo de Apolo en su pronaos. Conócete a ti mismo es ese lema que abunda en cualquier libro, filosofía o mensajes en redes sociales. Todos lo hemos escuchado alguna vez y lo intentamos aplicar a diario.
Esta competencia vital no se adquiere de un día para otro, no hacen falta grandes proezas, la aventura de conocerse a uno mismo dura toda una vida y esto es así por un hecho muy simple: las personas cambiamos, maduramos, mejoramos, avanzamos.
No se trata por tanto de buscarnos, sino de encontrarnos en el día a día teniendo claras necesidades, sueños, potenciales y aspectos que mejorar. El coaching acompaña ese proceso, acompaña ese día a día para encontrarnos y ponteciar nuestas mejores versiones, encontrando las preguntas que dan la luz a la ardua tarea de conocernos a nosotros mismos. Te acompaño en ese proceso, a hacernos las preguntas que me permitan ingresar al templo de las respuestas, de las acciones, de las posibilidades.


@francopernacoach

sábado, 23 de mayo de 2020



LOS ESTOICOS:
(Que el obstáculo en el camino, no se convierta en el camino)
Volver a la filosofía estoica, nos lleva a ver los fracasos no como causa de angustia, sino como experiencia que debemos comprender como adversidad de nuestra propia vida.
El estoicismo, una escuela filosófica de 2 mil años de antigüedad cuyos integrantes se preguntaron qué hace virtuosa a una vida. Entre otras respuestas los estoicos encontraron que la virtud de la existencia no puede alcanzarse si se ignora la adversidad propia de la vida, y es posible que, paradójicamente, por ese motivo esta filosofía cause tanta admiración en nuestra época.
Personajes en apariencia tan disímiles como Episteto (esclavo) Séneca (político) o Marco Aurelio (emperador) fueron algunos de los filósofos más destacados de esta forma de pensamiento.
Enfocarse en lo que tienes control y dejar de preocuparse por lo demás, Seguir virtudes morales, Buscar la sabiduría, Ponerse en el lugar de la otra persona e Invertir en las verdaderas amistades y las buenas conversaciones, entre alguna cosas en la que estos buscaban en respuestas a preguntas fundamentales de la vida.
En efecto: culturalmente, nuestro presente proviene de un par de décadas en las que se insistió hasta el exceso en pensar “positivamente”. El llamado “optimismo” se erigió como una especie de obligación de ser feliz, un imperativo que si ya parecía sospechoso por sí mismo invitaba aún más al escepticismo por esa evasión de todo lo negativo de la vida. “No te preocupes: sé feliz”, se pedía esconder debajo de la alfombra de la vida estados de ánimo como la tristeza, el enojo, la decepción o el fracaso.
En especial, parece que después de un par de décadas de vivir en el ensueño de la inmediatez y la facilidad hay quienes se están dando cuenta de que la vida, después de todo, no es posible vivir sin pagar el precio ni tomar decisiones sin enfrentar las consecuencias de ello, que es mejor aprender de las adversidades que intentar evadirlas, y otras ideas de ese tipo que se encuentran en la filosofía de los estoicos.
En las sociedades contemporáneas vivimos sumergidos en una obsesión por alcanzar el éxito, al punto de lograr angustia por no lograrlo. Obsesión sembrada desde fuera, nos la hemos apropiado, al grado de convertirla en un mandato que nos esforzamos por obedecer aunque ya ni siquiera sabemos quién nos lo impuso.
En este nuevos contexto, se retomó el pensamiento de los estoicos para sugerir una posible salida al laberinto de esta angustia: encarar la adversidad para encontrar el sentido que tiene dentro de nuestra propia existencia. En otras palabras, tomar cada “fracaso” no como tal sino como un hecho derivado de las circunstancias de nuestra vida, de nuestras decisiones y de nuestras omisiones.
Entender el fracaso como un hecho de nuestra vida nos plantea otro tipo de obligación o de responsabilidad, y no para con un sistema o un agente exterior sino simplemente para con nosotros mismos. Abrazar las experiencias adversas como parte de nuestra vida y, en especial, de nuestra formación como personas; discernir qué de esa adversidad podemos resolver pero también qué es lo que escapa a nuestro margen de acción.
Aceptar, como los estoicos, que la vida siempre ha tenido sus adversidades y que ante éstas lo verdaderamente importante es responder a esas circunstancias, hacer algo respecto de nuestra propia existencia.

Franco Perna Coach


Parménides y Heráclito Parménides de Elea, fundador y padre de una escuela de discípulos: los eleatas, y Heráclito de Efeso, el...